Hablar sobre minimalismo es tan atractivo como complejo. Se trata de un concepto que puede parecer algo complicado de materializar, pero te sorprenderá conocer que puedes alcanzarlo sin tantas complicaciones.
Aunque es considerado un concepto moderno, este estilo de decoración surgió en Estados Unidos en los años 20's del Siglo XX. El arquitecto y diseñador de interiores Frank Lloyd es considerado como el mayor representante del minimalismo, cuya filosofía menos es más se convirtió en la base de todo este movimiento de decoración.
El estilo minimalista tiene como objetivo obtener el mejor provecho visual de un área con la menor cantidad de elementos ornamentales posible. Suele implementarse con el fin de generar una atmósfera de paz y tranquilidad, disminuyendo la posibilidad de padecer el estrés que puede causar un lugar sobrecargado de muebles y decoración.
La línea entre el minimalismo y lo insípido es muy delgada; no basta con solo tener pocos muebles, hay que tener los indicados en cuanto a características y cantidad para lograr un equilibrio. En el logro de este objetivo los cuadros juegan un papel importante, por lo que debes saber cómo usarlos a tu favor. ¡Tú puedes hacerlo! Toma en cuenta los siguientes consejos:
- Usa un cuadro amplio en la sala principal: Por su amplitud, de esta manera evitas que el espacio a decorar luzca vacío, pero, al mismo tiempo es una decoración sutil. Lo importante es que el cuadro sea casi tan amplio como la pared donde está colocado. Cuando tus visitas entren a este espacio notarán antes que nada la presencia del cuadro y se darán cuenta de cómo combina sin ser demasiado llamativo.
- Cuadros divididos: Existen varios estilos, algunos divididos en 2, 3 o más piezas que juntas forman una misma imágen. La virtud de estos cuadros, además de su estética, es que dan la sensación de que hay mucha decoración por la cantidad de piezas pero como se trata de una sola imagen se conserva el minimalismo.
- Cuadros sólidos: Este estilo es la representación perfecta del minimalismo, un cuadro de color sólido y liso, perfecto para conservar la armonía de la sala. Solo es cuestión de elegir el color adecuado que combine con tu hogar y colgarlo en la pared. Lo recomendable es optar por tonalidades neutras que no llamen la atención hacia el cuadro, colores pasteles o tonalidades pocos cargadas de color son lo ideal.
- Cuadros con frases: Estos accesorios decorativos aportan elegancia y son capaces de plasmar tu estilo personal a la sala. Puedes optar por frases motivadoras o alguna cita de tu autor favorito.
El minimalismo en casa es posible, incluso resulta muy beneficioso para quienes viven en ella. Recuerda que el espacio prevalece sobre cualquier otra cosa, así que no pretendas rellenar cada hueco de tu sala; más bien, busca disfrutar su amplitud, generar una sensación de comodidad y paz.
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